Noche de brujas

 

   Los dos mastines olfatearon de nuevo el aire y volvieron a avanzar decididamente entre los cascotes y los trozos de muros derribados. Eran un par de enormes ejemplares de mastín de las montañas centrales. Muy apreciados en todo Hochland y Middelheim,  donde los usaban para la caza y para rastrear a las manadas que hombres bestia que acechaban en los bosques del Imperio. Aunque la verdad es que habían demostrado con creces que tampoco se les daba nada mal rastrear a los herejes, a los poseídos, a los despreciables seguidores de la no muerte, y hasta a las blasfemas brujas que se hacían llamar "hermanas de Sigmar"

 Uno de los mastines al que le faltaba un ojo, se paró en seco sobre lo que hace años debía de haber sido el muro de algún jardín y ladró con un sonido áspero y ronco. 

 -¡Atila! ¡Aquiles! Quietos ahí.
 - Señor, los perros han encontrado el rastro, ese maldito jorobado no debe de andar lejos. Seguro que está corriendo hacia su maldito amo. Lloriqueando y buscando su protección.
 -¿Pues a que esperamos? Purifiquemos esta tierra de esa maldita burla a la vida ¿Estáis conmigo?
 - ¡Siii!  ¡Por Sigmar! ¡Purguemos esta tierra!
 Abraham Von Evilstein sonrió de manera adusta al ver a sus hombres tan decididos como siempre y tan deseosos que acabar con todos los engendros que ofendían a la divina creación de Sigmar.

 -Capitán. Deberíamos de tener cuidado. Luther agarró por el hombro al cazador de brujas mientras le intentaba advertir del peligro.

 La tensión se podía cortar con un cuchillo en ese momento. Nadie se atrevía a contradecir y mucho menos a tocar a uno de los cazadores de brujas más famosos y más fanáticos de todos los que campaban por las ruinas de la ciudad maldita. Pero Luther sabía que su vitola de sacerdote de Sigmar le hacía prácticamente inmune a los arrebatos de furia del capitán.

 - ¿Que te inquieta predicador? ¿Acaso no crees que tengamos a Sigmar de nuestro lado? ¿No crees que gocemos de su beneplácito para acabar con esta escoria? El capitán hablaba con una furia mal contenida, apretando los dientes en cada palabra.

 - No se trata de eso. Estamos en el trigésimo tercer día de Vorhexen, a punto de que empiece el Hexentag, la noche de brujas.  Si de verdad ese jorobado es el servidor de un vampiro u otro no muerto, no es precisamente la mejor idea enfrentarse a el ahora mismo. Sabéis que esta noche da fuerzas y aumenta el poder de Morr y de la muerte. Luther intentaba hablar de manera pausado e intentando transmitir calma a Von Evilstein. Era muy consciente de que el capitán jamás atacaría a un miembro de la iglesia de Sigmar, pero sus seguidores era algo muy distinto. Y ahora mismo todo el grupo lo rodeaba con miradas poco amigables. 

 - Eso no son más que habladurías. Esas criaturas por mucha noche de brujas que sea, se postrarán ante la luz de Sigmar. Y tú los obligarás a ello. ¿O acaso tu fe se ha debilitado tanto?

 -No capitán, mi fe sigue tan inquebrantable como siempre, pero no está de mas nunca tomar precauciones.

  - ¡Al infierno con las precauciones! ¡Prended las antorchas! vamos a quemar a esos bastardos.

 Luther invocó una plegaria en silencio y se dispuso a seguir al resto de la banda. Ojalá el capitán tuviera razón y fuera bastante con su fe en el bendito Sigmar para acabar con los no muertos.


 Pues aquí tenemos un pequeño informe de batalla de Mordheim. Jugué esta partida la semana pasada para que mi amigo Joaquín pudiera probar su banda recién terminada de pintar de No muertos. Y para ello nada mejor que enfrentarlos a sus archienemigos. Los cazadores de brujas.

 Aquí os dejo ambas bandas y la mesa de juego que dispusimos. Jugamos el escenario más típico de "Escaramuza" ya que no iba a ser una partida de campaña, y tampoco queríamos entretenernos demasiado montando la mesa y las condiciones de victoria para el escenario.

 

Los cazadores de brujas de Abraham Von Evilstein

 

Los seguidores de Saecio Von Carstein (al menos se va a llamar así hasta que me diga su nombre, y si tarda mucho, se queda así jajaja)

 

 Como veis dispusimos una mesa sencilla  y sin demasiadas complicaciones.  En la fase preliminar al nigromante le tocó un poder que una vez que lo consiguiera tirar una vez ya causaría miedo durante toda la partida (no estaba mal, aunque no es gran cosa) y a mi sacerdote le tocó la bendición que hace que cause miedo (y por tanto sea inmune a el) y que tenga una armadura de 2+. Algo que en Mordheim es algo brutal. Pero con la pega que tenía dificultad 9+ y solo dura de un turno a otro. Así que seguramente cuando más lo necesites no lo tendrás.

 Por lo demás, nos dispusimos a desplegar y enfrentar a nuestros seguidores.

 

los no muertos dividen a sus fuerzas en varios grupo

los cazadores hace lo propio.

Jeremiah Von Glick apoya con sus ristras de pistolas a los fanáticos Klaus y Johan

 

El vampiro manda a sus secuaces directamente hacia los cazadores mientras el rodea el altar para pillar por sorpresa a sus enemigos.

con el primer disparo de Von Evilstein un zombie es derribado, pero son demasiado duros para acabar con ellos tan facilmente.

En el otro flanco los necrófagos se disponen a rodear a los cazadores.

  

 

Los primeros combates de la noche llegan con la carga de los lobos a los fanáticos.

En el otro flanco, los disparos de los hermanos Von Maier no alcanzan a los necrófagos. La oscuridad de la noche y su velocidad los protege

 

Los fanáticos acaban con uno de los lobos mientras los zombies y los siervos rodean al cazador de brujas.

Los necrófagos se lanza a la carga contra los hermanos Von Glick. Son oponentes curtidos, pero la ferocidad de los engendros es increible

 

El vampiro salta desde el otro lado cargando contra el capitán de los cazadores, que a pesar de impactar de lleno con el disparo de su pistola el chupasangres, no consigue acabar con el, y no es rival en cuerpo a cuerpo para el No muerto. Mientras el sacerdote se enfrenta a otro lobo espectral.

Tras acabar con un par de engendros, los hermanos Von Glick son presa del aluvión de golpes y el mastín superviviente no llega a tiempo de ayudarlos.

 Tras este turno de juego, habían caído ya mis dos mastines, 2 de mis cazadores de brujas, y mi capitán. 
 El sacerdote se tenía que enfrentar al vampiro y a dos necrófagos, pero mi banda falló el chequeo de retirada y la partida terminó con una contundente victoria de los No muertos. Estaba claro que Luther tenía razón y no era buena idea atacara a los discípulos de Nagash en plena noche de Hexentag. 

 La partida estuvo muy chula con momentos épicos y con un final que se podía esperar jejeje. Los cazadores de brujas son sin duda la peor banda del juego. Son una banda que no destaca especialmente en el cuerpo a cuerpo, pero que no tiene alcance de proyectiles. Si para colmo a eso le añades que tienen el máximo de banda más pequeño del juego (12, contra los 16 de las demás bandas, y sin hablar ya de los 22 de los skavens que hay que echarles de comer aparte) Pues hace que la banda esté jodida casi siempre, pues tienes que arriesgar en combate a los personajes todas las partidas, y suelen acabar como en esta jajaja. Pero da igual lo malos que sean, son la banda que más mola del juego joder. Tienen un carismazo de la hostia y eso compensa de sobra lo mancos que sean.

 El próximo enfrentamiento a los No muertos de Saecio Von Carstein, lo haré con mi banda de Reikland o con la de Mariemburgo, a ver que tal.
 Hasta la próximo y que encontréis muchos tesoros y piedra bruja en vuestras partidas.